A fines de 2020, pocos días después de la muerte de Diego Armando Maradona, Los Pumas jugaron frente a los All Blacks en Sídney por el Rugby Championship. Antes del partido, el equipo neozelandés sorprendió con un gesto histórico: ofreció una camiseta negra con el número 10 y el apellido del ídolo argentino, justo antes de realizar la haka. En contraste, los jugadores argentinos apenas lucieron brazaletes negros, lo que generó una ola de críticas.

Agustín Creevy, histórico jugador y referente del seleccionado, recordó aquel episodio que marcó un fuerte desencuentro entre Los Pumas y el público. “No jugué ese partido, no estaba. Fue evitable, sí. A nivel institución se debería haber hecho algo más, a nivel equipo también. Fue un golpe muy grande”, aseguró.

El hooker, que fue capitán entre 2014 y 2019, reconoció que la reacción de la gente fue comprensible. Para muchos, la falta de un homenaje acorde a la figura de Maradona mostró una desconexión entre el equipo y la sociedad. “Era un momento único y no se estuvo a la altura. Se podría haber hecho algo distinto”, remarcó.

A casi cinco años de aquel episodio, Creevy sostiene que la polémica sirvió como aprendizaje. “Fue un colapso con el rugby, otra vez. Hay cosas que se pueden mejorar y esta fue una de ellas”, finalizó.